domingo, 4 de marzo de 2018

PENSANDO EN VOZ ALTA

Soy un ser afortunado. Me lo repito una y otra vez. Hago lo que me gusta y sobre todo, me rodeo de maravillosas almas.
En esta vida tenemos que saber rodearnos de gente bonita, de esas que suman y no restan. Y yo tengo la gran suerte de hacerlo. Pero además puedo pensar en voz alta.
Cuando pienso en voz alta, tengo la suerte de contar con grandes amigos que me prestan sus oídos. Me escuchan en silencio, sin juzgarme, sin darme consejos, solo escuchan y ni tan siquiera guardan en su memoria lo que he expresado en ese momento de rabia, tristeza, explosión intima. Es un regalo poder abrir las entrañas a tus amig@s más íntimos. En esos momentos te desnudas, te vuelves vulnerable, te haces transparente, se caen tus cascaras de cebolla. Y ahí están ell@s, manteniendo el silencio, el equilibrio. Ahí están para abrazarte, recoger tu mierda emocional y arrojarla lo mas lejos posible de ti. Y una vez haya pasado ese momento de  pensamiento en voz alta, seguimos con risas, bromas y confesiones como si nada hubiese ocurrido.
Que lujo es contar con personas así. Que gratificante para nuestra alma.
Cuando encuentras almas que se complementan contigo, hay que cuidarlas y mimarlas. Pues hoy te prestan sus orejas, pero mañana necesitarán las tuyas. Hoy abrirás tus entrañas, pero mañana abrirán las suyas. Hoy serán una tumba, pero mañana tú serás la tumba.
Esos mágicos momentos de confesión íntimos, los que a veces tienes que escupir, pues dentro  te hacen daño, son grandes tesoros, solo para grandes guardianes de memoria corta.
GRACIAS universo por mis valiosos guardianes, por mi gente bonita, por esos momentos mágicos de descarga y por poder también ser guardiana de los tesoros íntimos de mi gente bonita.


                                                                                                            CON AMOR, MEME